Niré Collazo
La narración oral en la educación ofrece múltiples beneficios, entre los que destacan:
Desarrollo del lenguaje: Fomenta la adquisición y expansión del vocabulario, así como la comprensión del lenguaje oral y la estructura narrativa.
Estimulación de la imaginación: La narración despierta la creatividad y la fantasía de los estudiantes, permitiéndoles visualizar historias y personajes.
Mejora de la atención y la memoria: Escuchar cuentos ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades de concentración y retención de información.
Fomento de la empatía: A través de las historias, los oyentes pueden experimentar diversas perspectivas y emociones, lo que promueve la comprensión de diferentes realidades.
Fortalecimiento de la cultura y la identidad: La narración oral permite transmitir tradiciones, valores y enseñanzas propias de una cultura, fortaleciendo así la identidad de los estudiantes.
Desarrollo de habilidades sociales: Escuchar y contar historias fomenta la interacción, la comunicación y el trabajo en grupo.
Creatividad y pensamiento crítico: Los estudiantes pueden reflexionar sobre los temas abordados y desarrollar su propio análisis crítico.
Aumento de la motivación y el interés: Las historias cautivadoras pueden hacer que el aprendizaje sea más atractivo y relevante, aumentando la participación activa.
Facilitación del aprendizaje interdisciplinario: La narración puede integrarse en diversas materias, conectando conceptos de manera significativa.
Apoyo a diferentes estilos de aprendizaje: La narración apela a las habilidades auditivas y visuales, beneficiando a estudiantes con diferentes formas de aprendizaje.
En conjunto, la narración oral es una herramienta poderosa que enriquece el proceso educativo y contribuye al desarrollo integral de los estudiantes.
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